Mucho se ha hablado sobre los productos de limpieza, pero poco sobre las diferencias entre dos de los más utilizados en todo el mundo: la lejía y el amoníaco.
¿Cuál es mejor? ¿Para qué se utilizan uno y otro? ¿Qué es conveniente para la limpieza de oficinas? Vamos a tratar de esclarecer un poco el asunto con el post de hoy.
Lejía: un desinfectante todoterreno
Le decimos todoterreno porque la lejía puede prácticamente con todo. ¿Quién no ha utilizado nunca lejía para eliminar una mancha en ropa blanca? O para quitar el mal olor de algún trapo, o para limpiar cualquier superficie de casa.
La lejía es un desinfectante, lo que le hace la mejor opción para los baños y superficies de cualquier tipo.
Amoníaco: un potente desengrasante
Si la lejía desinfecta, el amoníaco desengrasa.
De hecho, el amoníaco es un compuesto mucho más potente que la lejía por lo que se utiliza en zonas con más suciedad. ¿Con qué limpiarías un parking?
Hay una cosa que conviene recordar: la lejía destiñe la ropa de color y nunca, bajo ningún concepto, deberías mezclar la lejía y el amoníaco en la misma solución. Estarías creando un compuesto muy tóxico: la cloramina.
Dicho esto, ¿qué elegiríamos para limpiar oficinas? ¿Lejía o amoníaco?
Molécula del Amoníaco
La lejía como solución ideal
En Ikiwi hacemos uso de todos los productos disponibles para garantizar el mejor resultado en cada caso particular, pero reconocemos que nos gusta mucho más trabajar con lejía que con amoníaco.
Es un compuesto menos agresivo y funciona de maravilla en todas las superficies típicas habidas y por haber en cualquier oficina.
Ahora bien, si nos encargan la limpieza de un parking, ahí sí que nos vamos al amoníaco: la cantidad de grasa que generan los coches convierte a los garajes en uno de los huesos más duros de roer para cualquier empresa de limpieza.
Adáptate a tu superficie
Te hemos hablado de ambos productos, pero no tienes por qué quedarte siempre con el mismo.
La clave en ser un buen profesional es saber elegir cuándo utilizar cada cosa. Nosotros, como empresa de limpieza en Barcelona, nos adaptamos a las exigencias del guion y nunca generalizamos.
Tú, en tu empresa, tendrás que tener en cuenta factores como estos:
- Tipo de suelo: no es lo mismo limpiar parquet que suelo de terraza, por ejemplo. 😉
- Horario de la oficina: si la limpieza la vas a realizar en horario de oficina, ojito con pasarte con el amoníaco. Puede ser incómodo para los empleados.
- Número de empleados: dos suelos exactamente iguales pueden necesitar lejía uno y amoníaco otro. La razón es sencilla: la cantidad de suciedad acumulada puede variar mucho en función de las personas que caminen sobre él.
Si tienes una oficina muy grande y todos los días decenas o cientos de personas caminan sobre el mismo suelo, posiblemente te convenga darle con amoníaco de forma periódica. Si sois poquitos, en cambio, la lejía puede ser la solución más habitual y muy de vez en cuando, recurrir al amoníaco.
En casa, más de lo mismo
En oficinas somos más propensos a utilizar el amoníaco que en casa porque se presupone que la afluencia de gente es mayor, y hemos dicho que el desengrasante es un compuesto bastante más potente que la lejía, que solo desinfecta.
En casa la lejía será, normalmente, nuestra gran aliada. A diferencia de las empresas, los suelos no están tan transitados y la grasa tarda mucho más en hacer acto de presencia.
Ojo, una cosa es que tarde y otra que no lo haga: en los suelos por los que pasan las personas SIEMPRE se acumula grasa, y el amoníaco es la mejor solución para ello. En casa con menos frecuencia que en la oficina, pero también será necesario utilizar amoníaco de tanto en tanto.
Deja la limpieza para los expertos
¿Lejía o amoníaco?
¡Déjanoslo a nosotros! No tomes esa decisión si tienes alguna duda y confía en Ikiwi. Llevamos limpiando empresas de todo tipo durante muchísimos años y sabemos cuándo utilizar amoníaco y cuándo lejía en cada caso.
Ponte en nuestras manos y consigue que tu oficina muestre siempre su mejor cara: nosotros nos encargamos de todo. Si contactas con nosotros te haremos llegar un presupuesto personalizado casi al instante.
¡Hasta la próxima! 😉
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