En el artículo de hoy vamos a ver cómo se realiza una limpieza de paredes de color, así como de techos. La capa de pintura suele ser un estorbo que nos impide tratar a la pared como un elemento más de la limpieza general; por ello se hace necesario conocer estos métodos, a fin de que nuestras coloridas paredes queden limpias y resplandecientes siempre que queramos.

Consejos para la limpieza de paredes de color

La limpieza de las paredes dependerá de la suciedad que haya en ellas; no será lo mismo limpiar una mancha que la pared entera llena de polvo. Vamos a ver qué medidas aplicar según qué casos.

Paredes con algunas manchas

Si en la pared vemos algunas manchas que no sabemos muy bien de qué son, lo ideal es crear una pasta con bicarbonato de sodio. Cogeremos una esponja de celulosa, la mojaremos en la pasta y frotaremos con movimientos circulares sobre cada una de las manchas de la pared. Antes de hacer eso es más que conveniente el probar a frotar en una pequeña y apartada superficie de la misma, a fin de asegurarnos de que no es peor el remedio que la enfermedad.

Al acabar de frotar las manchas tendremos que enjuagar con agua. Luego cogeremos un paño limpio y secaremos bien. ¡Y listo!

Paredes manchadas de grasa

Se puede dar el caso de que la suciedad sea grasa, lo que hace la limpieza de paredes un poco más parecida a la de una cocina. Podremos utilizar un paño con un anti grasa, pero teniendo cuidado y realizando la prueba inicial antes mencionada.

Si vemos que la pintura aguanta bien rociaremos las manchas de grasa con este producto y frotaremos, nuevamente de forma circular. Luego enjuagaremos con un poco de agua, secaremos y… ¡Violà!

Paredes en general

Si lo que necesitamos es una limpieza general, bastará con usar una esponja de celulosa mojada con agua. Pero tendremos que quitar el polvo primero, y podremos hacerlo con un plumero mismo. Una vez despejadas de polvo la limpieza de paredes resulta algo engorrosa, pero fácil de hacer.

Limpieza de techos

El techo es la peor de todas las paredes de una habitación. Es incomodísimo de limpiar, y para hacerlo bastaría con seguir el método de las paredes en general, pero con la dificultad añadida de tener que limpiar desde abajo, de forma perpendicular.

Así pues, cualquier herramienta o elemento que nos ayude a acercarnos al techo será bienvenido: escalerillas, sin ir más lejos. Y si queremos hacerlo desde abajo no tendremos más que coger una escoba, atarle el paño que vayamos a utilizar y armarnos de paciencia. En cuanto al producto que utilizaremos no diferirá de los empleados para las paredes.

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Sin más, nos despedimos hasta la próxima publicación. ¡Esperamos que te haya sido útil el post y que a partir de ahora las paredes y techos de tu casa estén tan limpios como el primer día!

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