Desde que el microondas llegó a nuestras vidas, se ha convertido en un pequeño electrodoméstico imprescindible. ¿Recuerdas cuando calentabas la leche años atrás en un cazo u olla? ¿Cuándo fue el momento en que empezamos a mirar por ese cristal para ver el vaso dando vueltas mientras lo sacábamos a la temperatura elegida? No lo sabemos, pero sí somos conscientes de que, más allá de estas elucubraciones, es un aparato que tiene que estar perfectamente higienizado, así que te vamos a contar cómo limpiar el microondas de forma fácil y sencilla.

Si quieres que luzca como el primer día, vas a ver que hay diversos métodos muy simples para que esté siempre perfecto. Y es que la limpieza no es algo que debamos dejar para mañana, ya que, si la suciedad se incrusta, es mucho más difícil extraerla.

Es evidente que, en un microondas, es normal que se produzcan salpicaduras, queden restos de grasa o caigan líquidos tras hervir. Todo ello puede reducir su eficacia e higienización, de ahí que sea básico lavarlo de forma periódica.

Consejos para mantener limpio el microondas

Así que, antes de comenzar con los métodos para limpiar un microondas, no olvides nunca estos consejos:

  • Es ideal pasar un paño húmedo después de cada uso, especialmente si se han calentado comidas como arroces, legumbres, tomate, etc. Tienen cierta tendencia a explotar y ponerlo todo perdido de suciedad.
  • Usa siempre el cobertor de plástico cuando utilices el microondas. No solo conserva mejor el calor del alimento, también evita que se ensucie en exceso.
  • Si se vierte algo en el plato del microondas, no dejes que se reseque, límpialo ipso facto.
  • Dejar la puerta abierta tras la limpieza ayuda a su secado y ventilación.
  • Ojo con los rincones, se acumula mucha suciedad.
  • Haz una limpieza más profunda un par de veces al mes usando los trucos que verás a continuación.

Trucos para limpiar un microondas

Ahora ya sí que entramos en materia. Toma nota de los mejores trucos caseros para limpiar tu microondas y úsalo con orgullo como si fuera el primer día que llegó a tu casa.

Bicarbonato de sodio

Comenzamos con uno de los grandes aliados de la limpieza doméstica, el bicarbonato sódico. En este caso, únicamente necesitas espolvorear un poco sobre una esponja húmeda y repasar sobre el aparato, primero por dentro, luego por fuera.

Hecho esto, enjuaga con un trapo mojado en agua y observa cómo brilla todo, ¡parece nuevo! Y es que el bicarbonato de sodio rara vez defrauda, ¡es un seguro de vida!

Jabón de lavavajillas y trapo húmedo

¿Pensabas que el jabón de lavavajillas servía únicamente para ese electrodoméstico? ¡Ni mucho menos! Añade un poco en un bol con agua y moja ahí un trapo de cocina. Luego, sin escurrir, introdúcelo en el microondas y programa 3 minutos a potencia plena, con cuidado de que no se queme nada.

¿Para qué sirve este proceso? Al salir vapor, la humedad se incrusta en la suciedad, por lo que será mucho más fácil limpiar todo. Con un paño limpio quedará perfecto, y si pasas después un trapo de cocina, ¡vas para nota!

Agua y limón

Otro aliado casero que nunca falla es el limón. Aquí, solo tienes que exprimirlo y mezclarlo en un recipiente con 300 ml de agua. Introdúcelo en el microondas y ponlo a máxima potencia durante 5 minutos.

Nuevamente la humedad ha hecho su trabajo, ya que el vapor se ha introducido en la suciedad. Ahora, solo tienes que repasar y limpiar fácilmente. Además, el aparato ha quedado aromatizado con el limón. También puedes añadir un poco de perejil o incluso bicarbonato para tener un resultado espectacular.

Vinagre blanco

Otro imponderable de la limpieza casera. El vinagre blanco higieniza cualquier superficie gracias a su acción desinfectante. En este caso, se introduce en el microondas también durante 3 a 5 minutos diluyendo una cucharada sopera en 300 ml de agua en un bol. Después, se limpia como hemos hecho con el truco anterior.

Jabón líquido de lavavajillas

Al igual que hemos hecho antes, pero esta vez sin trapo, podemos hacer lo mismo en un bol con agua y un poco de jabón líquido de lavavajillas. Ahora, con ponerlo un minuto dentro del microondas nos valdrá para que ocurran dos cosas: primero, que la suciedad se humedezca y sea más fácilmente extraíble, y segundo, que este líquido resultante sirva para humedecer un trapo y usarlo para limpiar todo el aparato, tanto por dentro como por fuera.

Ya sabes cómo limpiar el microondas de tu hogar. Pero ojo, estos trucos no se deben utilizar en grandes empresas y lugares en que estos equipos se utilizan a todas horas.

¿Cuál es el motivo?

Muy simple, porque si optas por una empresa de limpieza profesional, se mejoran los procesos, se optimiza la relación calidad/precio y se obtiene un resultado perfecto para que su uso constante no suponga problema alguno. Así que, si este es tu caso y necesitas una mano en la limpieza de tu empresa, no lo dudes y contacta con nosotros, te haremos presupuesto 100% personalizado para tus circunstancias particulares.

¡Hasta la próxima!

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