Millones de personas emplean a diario productos de limpieza para el hogar, sin embargo son pocas las que se preguntan sobre la caducidad de los mismos. Si te encuentras en el segundo grupo debes saber que, efectivamente, algunos de estos artículos poseen vida útil limitada. Ciertos químicos, por ejemplo, pierden propiedades con el paso del tiempo o se vuelven inútiles. En casos excepcionales es posible que aumente su toxicidad o que pasen a ser potencialmente peligrosos. Puede ocurrir, igualmente, que el deterioro del envase termine afectando al contenido, como ocurre con los líquidos embotellados.
Los expertos en la materia recuerdan que, como regla general, los productos de limpieza líquidos se deterioran o pierden su propiedades antes que los sólidos. La Universidad de Detroit Mercy (Estados Unidos) ha elaborado recientemente un estudio sobre distintos aspectos en torno a la caducidad de las sustancias, naturales o industriales, que se utilizan habitualmente para higienizar el hogar. Los redactores del informe recomiendan consultar el número de lote, porque junto al mismo suele reseñarse una fecha recomendada de uso. Por otra parte, conviene señalar que, en la mayor parte de casos, los productos de limpieza se degradan al cabo del tiempo, aunque pueden seguir empleándose porque raramente aumenta su toxicidad.
Si generalizásemos, diríamos que los productos de limpieza para el hogar pierden eficacia a partir de los seis meses de su adquisición. Sin embargo, existen diferencias entre unos y otros. Algunos caducan tras ese lapso de tiempo, pero los hay con vida útil indefinida y otros que empiezan a estropearse después de un año de la apertura del recipiente en el que se comercializan.
A continuación, hacemos un repaso por los productos de limpieza más utilizados en el hogar y por sus tiempos de vida útil estimados.
Detergente para lavadora
Como sucede con otros muchos productos de limpieza, los detergentes para lavadoras pierden propiedades con el paso del tiempo. Una vez desprecintado el envase lo ideal es terminar el contenido antes de seis meses, porque a partir de esa fecha la efectividad del mismo comienza a reducirse. Cuando el recipiente permanece cerrado, dicho período se prolonga hasta los doce meses.
Vinagre y bicarbonato
Productos absolutamente naturales, como el vinagre o el bicarbonato, no caducan nunca. Las propiedades del primero se prolongan durante décadas. Estamos, por tanto, ante un limpiador ecológico, eficaz y duradero (elimina la cal de los grifos, limpia CD y DVD, suprime el sarro de las cafeteras, sirve como ambientador, ayuda a despegar adhesivos…). Por su parte, el bicarbonato tampoco se deteriora químicamente con los años. Puede emplearse en limpieza, por tanto, sin ningún tipo de problema. Para cocinar o consumir la cuestión es diferente y no se aconseja su uso si lleva demasiado tiempo en el estante de la cocina.
Lejía
La degradación de la lejía empieza a producirse en torno a los seis meses. Sin embargo, conviene recordar que no se incrementa su toxicidad, por lo que puede seguir utilizándose a pesar de perder efectividad y cualidades.
Suavizante
Todos, en algún momento, nos hemos deleitado con el agradable olor que desprende el suavizante de la ropa. El mismo es posible gracias a las moléculas volátiles, uno de los componentes de este tipo de químicos más vulnerables a la degradación. Se estima que la capacidad suavizante de estos productos se esfuma a partir de los doce meses.
En resumen, parece evidente la temporalidad de algunos productos de limpieza habituales en el hogar. No obstante, el fin de la vida útil de los mismos no significa necesariamente un incremento de su toxicidad, sino más bien la pérdida de parte de sus capacidades y propiedades.
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