Que el lugar donde posiblemente pases más horas al día esté limpio y bien organizado es importante para ti y para tu negocio. Pero la rutina diaria y la prioridad de realizar otras tareas a veces relegan la limpieza a un segundo o tercer lugar y no siempre tu oficina está en las condiciones óptimas. ¿Cómo puedes evitarlo? Te ofrecemos una lista de opciones para que elijas la más efectiva.
La verdad es que cuando imaginamos nuestro lugar de trabajo ideal siempre es un sitio luminoso, ordenado y perfectamente limpio. Un espacio confortable y equilibrado en el que realizar nuestra tarea diaria resulte lo más agradable posible.
Pero la realidad es muchas veces bien distinta. En el mejor de los casos las oficinas son lugares superficialmente limpios, pero que acumulan suciedad en lugares donde habitualmente no se accede y en conjunto no ofrecen una impresión especialmente acogedora o atractiva. A veces ni siquiera sabes decir por qué.
Y es que prestarle la necesaria atención a la limpieza de tu oficina es más importante de lo que piensas:
- Influye en la productividad. Si trabajas más a gusto, trabajarás mejor.
- Mejora el ánimo y la disposición de tus empleados. A nadie le gusta pasar horas en un lugar insalubre y desordenado.
- Evita errores y pérdidas de tiempo, al tener todos los materiales mejor organizados
- Permite controlar mejor los materiales de trabajo. Si todo está en su sitio, nada se pierde.
- Es necesario para la salud. ¿Sabes la cantidad de gérmenes y bacterias que se acumulan sobre un teclado o un ratón?
- Es positivo para la imagen de tu empresa. Evita dar una mala impresión a tus clientes.
- Previene accidentes. Una caída de uno de tus empleados por que algo estaba fuera de sitio puede causarte un buen quebradero de cabeza.
Por todas esas razones y más que se podrían nombrar, mantener tu oficina en las mejores condiciones es una necesidad y una inversión en el bienestar y la salud de todos los que trabajan en ella, pero ¿cuál es la mejor forma de hacerlo?
Estas son las opciones básicas para mantener limpia tu oficina H2
Hay varias maneras y vamos a empezar, ya te lo adelantamos, por la menos efectiva de todas:
#1 DIY
Do it yourself, o sea, encárgate tú mismo de mantener todo el espacio en buenas condiciones. Obviamente esta opción solo es posible en el caso de oficinas reducidas y con pocos empleados, porque en superficies grandes el completamente inviable.
En el caso de que te lo quieras plantear (porque aún estás empezando, porque es un negocio pequeño, porque consideras que la limpieza no justifica otro gasto más, porque crees que puedes con todo) tendrás que organizarte muy muy bien, porque lo normal es que la limpieza de las instalaciones quede relegada al último puesto de la lista de prioridades. Y sería lo lógico, además, porque tu atención debe estar centrada en sacar adelante tu negocio.
#2 Contrata a una persona
Y ponla en plantilla, para que se encargue de todo lo que implica la limpieza integral. Como si fuese una persona empleada del hogar, porque igual que se limpia una casa se limpia una oficina ¿no?
Contratar a alguien supone pagar su seguridad social para tener su situación regularizada. También supone que deberás cubrir las bajas y las vacaciones buscando a otro trabajador que realice el servicio… o descuidar el mantenimiento de las instalaciones.
#3 Contrata a una empresa
No cabe duda de que esta es la opción más recomendable: externalizar el servicio de limpieza. ¿Por qué? Por múltiples razones:
- Son profesionales. Porque limpiar una oficina no es simplemente pasar un paño húmedo donde haya polvo. La complejidad de tratar con distintos materiales debe dejarse en manos de expertos que conozcan cada producto y su aplicación.
- Ven lo que tú no ves. Precisamente porque son profesionales. Van a ocuparse de rincones que no están a la vista, o de cuidar el aspecto exterior de tu oficina, en caso de que esté en la calle.
- Son más eficientes. Porque están acostumbrados a optimizar los tiempos y a manejar distintas herramientas que facilitan y agilizan el trabajo. Menos tiempo, menos dinero.
- Pueden realizar trabajos extraordinarios. Porque tienen maquinaria industrial con la potencia necesaria para trabajar en espacios amplios. Si hace falta un abrillantado del suelo, si hay que limpiar unos cristales a altura, si es necesario decapar un suelo o desinfectar un sanitario… pueden hacerlo.
- Tienen flexibilidad. Al contar con más personal pueden manejar distintos horarios para adaptarse a lo que necesites.
- Se encargan de cubrir bajas y vacaciones. No te tendrás que preocupar, el servicio siempre estará cubierto.
- Tienen seguros en caso de que suceda algún accidente. No es deseable pero puede suceder, así que lo mejor es estar cubiertos.
Externalizar la limpieza de tu oficina y dejarla en manos de profesionales es sin duda la mejor opción y en Ikiwi somos una empresa de outsourcing que incluye servicios de limpieza. Puedes ponerte en contacto con nosotros sin compromiso. Explícanos lo que necesitas y estaremos encantados de explicarte qué opciones tienes.
Contratar profesionales para la limpieza de tu oficina es un paso importante. Estamos seguros de que es una decisión de la que no te vas a arrepentir.
Comentarios recientes